Consiste en aplicar una capa de material orgánico o inorgánico sobre el suelo para mejorar su
salud y aspecto. Éstos son los pasos principales:

1. Prepare la zona:
   Retire las malas hierbas, las hojas y los residuos de la zona.
   Airee el suelo si es necesario.
2. Selección del mantillo:
   Orgánico: Corteza de madera, astillas de madera, virutas de madera, hojas, paja, compost.
   Inorgánico: Piedras, grava, caucho reciclado.
3. Aplicación del mantillo:
   Extienda una capa uniforme de 5 a 10 cm de espesor.
   Evite colocar el mantillo directamente sobre los troncos de los árboles o los tallos de las plantas
   para prevenir enfermedades.
4. Mantenimiento:
   Reponga el mantillo cuando se degrade o se disperse.
   Asegure un drenaje adecuado para evitar la acumulación de humedad.
   Este proceso ayuda a retener la humedad, evitar el crecimiento de malas hierbas, regular la
   temperatura del suelo y mejorar su fertilidad.